INTRODUCCIÓN: El papel de las mujeres y de las relaciones de género se ha instalado en el debate público sobre la política social en América Latina. El detonante han sido los programas de transferencias condicionadas (TMC): dinero a cambio de que las madres envíen a sus niños/as a la escuela y a los controles de salud. Independientemente de si son efectivos o no y para qué, estos programas han puesto en el tapete la importancia del género como mediador de la relación entre Estado y sociedad (Molyneux, 2006). Para entender cómo estas relaciones tienen lugar y si contribuyen a la redistribución de las oportunidades y entre quiénes, los TMC y la política social en general, deben ubicarse en un marco más amplio de relaciones entre mercados laborales, política social y familias. Este artículo analiza los escenarios que proporcionan mayores grados de igualdad entre hombres y mujeres, por qué, y qué implicaciones tiene esto en las condiciones de vida de la población